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A veces no me doy cuenta de que nada tiene sentido. A veces pienso en comer o pienso en pensar, a veces creo que es importante bailar, salir, conocer. Algunas veces me parece importante escribir, escuchar música o reflexionar, y se me olvida que nada tiene sentido. A veces, sólo a veces, me es importante enamorarme, tener amigos, conocer a mi familia y dejar que me conozcan a mí. A veces se me olvida que no tiene sentido oír una canción o leer un libro mientras la oigo o lo leo; a veces no me doy cuenta de que no tiene sentido la vida cuando me baño con agua caliente, cuando me cepillo los dientes, cuando me voy a dormir y cuando despierto en las mañanas. A veces pienso en el fútbol, en ella y en ellos, y se me olvida que no va a pasar de ser nada, que no va a durar más de lo que dure el tiempo.

A veces, en esos momentos, todo vale la pena y todo tiene sentido, todo es eterno.

martes, 11 de octubre de 2011

La era de las mujeres: Un momento ineludible para la historia.

Desde que tengo constancia de mi memoria he escuchado –en algunas ocasiones, no siempre- eso de que “si las mujeres fueran los líderes del mundo…” en pro de una mejora sustancial de nuestras condiciones colectivas e individuales. Mientras más lo pienso, más claro lo tengo. Mientras más descubro a través de las lecturas, más profunda me parece esta realidad y, mientras más especulo en mi cabeza, más claro tengo que serán los líderes del Siglo XXI. Si “el hombre negro” llegó al poder al final del Siglo XX para firmar el rechazo al racismo por parte del sistema tras una intensa revolución de igualdad centenaria, el Siglo XXI nos traerá –con seguridad, aunque sea al final de otro centenar de años- un mundo liderado por mujeres. Me inspira a escribir esto el hecho de que en las tertulias es fácil decirlo, pero el mismísimo presidente de Estados Unidos lo ha dicho públicamente hace un par de días y me reafirma, me reafirma a pensarlo, a escribirlo y decirlo además de analizarlo detenidamente tanto como me es posible para comprender la causa de este argumento intuitivo.

Evolutivamente hablando las mujeres se han preparado para el cuidado y desarrollo del hogar. Su condición de madres las ha hecho más débiles físicamente, algo que hasta hace muy poco les daba una desventaja profunda en su lucha de igualdad y las dejaba en una situación de dominio por parte de su propio colectivo –masculino- y su núcleo familiar propiamente dicho. Evolutivamente hablando, el hombre salía de la caverna, cazaba, peleaba y dominaba, asegurando la estabilidad y buscando el desarrollo y la conquista. Evolutivamente hablando todo este equilibrio era necesario, pero el caldo de cultivo que se generó es, en mi humilde opinión y reflexionando en voz alta, perfecto para generar líderes adecuados a nuestro Siglo de la Información o los repartidos profesionales “2.0” que se engendran y esparcen en todos los conceptos y materias conocidas desde hace pocos años. Los líderes 2.0 tienen que tener las cualidades de una madre más que de un padre, pues el hogar defendido por soldados jefes en las cavernas ha perdido fuelle y, lamentablemente, se sostiene hoy día por esos mismos soldados jefes de caverna que somos los hombres dominando nuestro hogar. El pueblo se vuelve histérico y como si no estuviésemos presentes en la conversación se nos manda a callar a bofetadas por nuestro veterano padre de guerras, conocedor de cómo mantener la calma en el hogar, relacionarse con los vecinos, llevar la economía, etc.; en definitiva, el orden colectivo masivo. Una madre, sin embargo, en términos de probabilidad siempre tendrá mayores capacidades genéticas para las nuevas necesidades sociales, pues su concepción vital como individuo la ha hecho tal cual la demandamos en nuestros hogares de mundo desarrollado: Dialogantes, reflexivas, con el “sexto sentido” de madre por la búsqueda del bien, a lo Pandora y cortando las cuerdas del enemigo por el bien colectivo masivo, como hace la reina y no el rey, luchador incansable de Avatar. Arriesgaremos más en nuestras defensas y expansiones pero, ¿acaso es lo que demandamos en el Siglo XXI, defensa y expansión?. No solo son más débiles físicamente –desde los tiempos de la antigua Roma ya los líderes no luchan / mueren con sus ejércitos, “tarea de hombres”- sino que, además, tienen un criterio mucho más profundo de justicia y equilibrio y una perspectiva de desarrollo menos violenta o, mejor dicho, menos obsoleta a nuestros tiempos de la información: Las mujeres son capaces de ordenar ataques injustos, por supuesto, pero con mayor criterio del civismo que los hombres en una probabilidad media por individuo (entre decisión por un varón o una mujer).

Lo que intento explicar es que, de cada 100 mujeres que lideren los organismos colectivos, habrá un mayor número de ellas con políticas e ideas entusiastas para las nuevas demandas de orden social, mientras que por cada 100 hombres que lo hagan el porcentaje claramente será menor. Las suspicacias entre los líderes masculinos nos arrollan, porque sabemos que somos así, expansivos, dominantes; vamos a una competencia de silencios con escudos de misiles y amenazas falsas, demostraciones de virilidad y demostrar la capacidad de liderazgo basada, muchas veces, en la violencia. ¿Es molesto ver a Federer llorar en una pista de tenis? Al contrario, hasta nos gusta; pero seguro que conocemos a muchos –hombres- que opinan lo contrario. En un pequeño ejercicio mental, ¿conocemos a más mujeres que hombres a los que les moleste ver a un “macho” llorar? Esa respuesta rápida que tenemos todos, llevada a gran escala, sigue siendo la misma y en una regla de tres el porcentaje de energía que dedicamos a la guerra de poderes masculina se disminuiría, transformándose por el pro de nuestras nuevas demandas.

No creo que las primeras mujeres en el poder sean conciliadoras directas de esta causa y reafirmen este texto, pero si que creo que a largo plazo y en un juego de repeticiones la tendencia matemática es ineludible, como lo demuestra la vida misma. La evolución nos hace enseñar los dientes cuando sentimos rabia, aunque no mordamos. De la misma manera hará líderes a las mujeres, aunque seamos conscientes de nuestras deficiencias como hombres; ya hemos tenido muchos siglos donde hemos sido necesarios, este es el comienzo del siglo de las mujeres… Realmente entusiástico para los hombres que lloramos.

10 comentarios:

  1. A ver si acierto en lo que quieres decir. Los hombres pacifican el mundo con su sangre y las mujeres lo disfrutan despues? Bueno, es la vida misma.
    De todas maneras, podemos hablar de mujeres belicosas desde Isabel II a Carme Chacon. No veo por ningun lado cualidad de madres. Y te recuerdo, que una madre soltera ha de ser padre y madre, asi que si queremos eliminar a los hombres de la ecuacion, las mujeres deberan empezar a tomar las decisiones DURAS.

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  2. Bueno, creo que el problema es que no aciertas a lo que quiero decir o, mejor dicho, no acerté al explicarlo para que se entendiera sin dar pie a tu conclusión Anónimo. No digo que no haya mujeres sin cualidades de hombres ni viceversa, sino porcentajes de decisión y en términos evolutivos. Las repeticiones largo placistas generan macroeconomía, una materia diferente a la microeconomía. De la misma manera el individuo o período de tiempo aislado no es representativo (Isabel II, Carme Chacón, Ghandi o un buen Papa en contrapuntos de género) sin embargo, a largo plazo si que es importante la conceptualización biológica, nuestros principios y desarrollos de género diferentes, etc. Como todo, es una opinión y es el mundo de los argumentos... Estos son los míos -evolución, necesidades sociales de escala grupal controlable y evolución tecnológica- y los que me llevan a concluir lo que algunos intelectuales concluyen con otros o los mismos argumentos. Seguramente hayan buenos pensadores defendiendo tus hipótesis, aunque no las comparto, pero es bueno el debate. Gracias por tu comentario!

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  3. Tu artículo es deficiente si lo que estás intentando es abrir un espacio para lo que has titulado como "La era de las mujeres: Un momento ineludible para la historia".

    Te basas en cuestionables afirmaciones biológicas que están cargadas de acepciones machistas. Te cito: "su condición de madres las ha hecho más débiles físicamente", "Una madre, sin embargo, en términos de probabilidad siempre tendrá mayores capacidades genéticas para las nuevas necesidades sociales, pues su concepción vital como individuo la ha hecho tal cual la demandamos en nuestros hogares de mundo desarrollado", "100 mujeres que lideren los organismos colectivos, habrá un mayor número de ellas con políticas e ideas entusiastas para las nuevas demandas de orden social, mientras que por cada 100 hombres que lo hagan el porcentaje claramente será menor",

    Disculpa si esta respuesta es un poco desordenada, comprenderás que me debato entre la indignación y la risa.

    En primer lugar, afirmas la caracterización estereotipada, injusta, equivocada y pasada de moda que supone que existe un sexo débil y que este tiene que ser el femenino. ¿De dónde, por favor, has sacado tremenda premisa para comenzar un artículo que (en teoría) defiende la apertura de espacios públicos para el actuar femenino?

    Los hombres y mujeres son distintos y necesitan espacios condicionados a esa diferencia (y podría comenzar con un ejemplo prosaico como el que es un cuarto de baño), pero esta diferencia no está condicionada a "una falta", "una cualidad" o "una característica vital". Es un conjunto, un constructo no sólo físico, sino también social.

    Alabar esas características inherentes que has visto en el lado femenino (me pregunto dónde) en detrimento de las masculinas me asegura que tu argumento se presenta como lo que no es. Pretendes ensalzar un motivo cuando en realidad estás defendiendo el otro. Si intentabas ser mordaz al criticar el concepto de "macho", me temo que no lo has logrado.

    Te diré, en caso de que no lo hayas notado, que proponer una lista de características del "deber ser" de una mujer, es tan machista como esos anuncios publicitarios de los 50 que degradaban a la mujer para constituir al hombre como el "jefe del hogar". Las mujeres no son, per se, buenas, locuaces, excelentes amas de casa, madres ideales, justas, correctas, morales, etc. Son, vaya novedad, seres humanos.

    Las mujeres, te recordaré, han comenzado luchas por sus derechos, por su inclusión en la sociedad, por un tratamiento más justo, por la manifestación pública de su agencia (que los hombres se hayan dado cuenta muy tarde, es otro asunto). Así que la tan llamada época utópica (perdonarás, pero así he entendido tus proyecciones a futuro) que tanto alegas que vendrá, en donde la mujer será independiente y empoderada, ya está ocurriendo. Lo que deberías dedicarte a analizar, mejor, son las transformaciones de su intervención, de las reacciones en favor o en contra y, ahí sí, dar tu opinión sobre el porvenir. Ah, pero no lo hagas sólo en relación a las mujeres, sino también con los hombres.

    Nos vemos,
    E.

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  4. Primero que nada gracias por tu argumento Elizabeth! También será un poco desordenada mi respuesta, espero no cometer el error de causarte, nuevamente, indignación o risa; me esforzaré más en esta explicación y espero que genere otras reacciones en ti:

    Las diferencias que planteo las hago desde el carácter más evolutivo y científico que me es posible. Es un tema complejo y muy difícil de abordar por las connotaciones negativas que puede tener (la diferencia entre sexos), pero es como decir que todos los negros "son buenos" porque decirle a uno que "es malo" puede ser tachado de racismo. No digo que sea lo mismo, sino que la metáfora (de la cual se hacen eco muchas comedias americanas) me parece igual de acertada en la complejidad de decir que una mujer es mujer y un hombre, hombre. Casi siempre, por mucho tacto que tengamos en las palabras, pueden malinterpretarse las ideas en estos temas delicados. En esta línea hay escritores que critican el excesivo detalle que requerimos de las ideas expresadas en palabras. Por ejemplo: Caperucita Roja debería reescribirse. Entre las correcciones, Caperucita no debe ser rescatada por un leñador, pues es machismo el estereotipo clásico de "macho" del personaje varón salvando a dos mujeres indefensas, ¿acaso no podía ser una mujer o ellas mismas?. El lobo no debe ser asesinado, pues está en contra de los derechos de los animales. El solo está comiendo y lo matan sin valorar su vidas o su natural estado de salvajismo. Bastante lógico y criticable por muchas personas el asesinato sin más de los animales que están en nuestro camino (yo el primero!). El leñador debe ser llamado Guarda Forestal, pues es menosprecio laboral. En fin, que es complejo esto de escribir y te pido que pese a que me exprese mal trates de seguirme en el contenido del mensaje! Ten en cuenta que no tengo mas que un puñado de post escritos y ningún libro. Aprendiendo a expresarme, como todos.

    :-)

    El defender (como ventajas evolutivas y no tapadas críticas) unas cualidades evolutivas de la mujer lo hago desde dos premisas importantes:

    1) Las diferencias conocidas son certezas de la ciencia. Físicamente el hombre ha desarrollado mayor capacidad física (musculatura) en comparación a la mujer, en concreto ronda el 30% la diferencia media. La mujer tiene dos conexiones entre sus hemisferios cerebrales y el hombre, en cambio, solo una. Por lo que la mujer ha desarrollado la capacidad de hacer multitareas, mientras que el hombre es capaz de solo 1 en auténtica simultaneidad. Si, somos, sin ninguna novedad como bien dices, seres humanos. Pero además, somos seres del derecho en donde somos iguales y somos seres de sexos que biológicamente no lo son, pues la evolución nos ha echo ser, además de seres humanos, Homo Erectus, Homo Sapiens y todo el recorrido evolutivo, dos sexos diferentes con recorridos diferentes. Para bien o para mal, mucho o poco, en tonterías o cosas realmente importantes.

    (CONTINUA)

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  5. 2) La superación de la genética a través del conocimiento. El Gen Egoísta es un libro que destaca de forma excelente toda esta teoría. Por supuesto que "dominamos" a nuestro yo natural, pero renegar de que existe ese yo primogenio por el avance del traspaso de conocimientos es un absurdo que no termina de cuajar desde hace casi 100 años (solamente, que son pocos). Freud se siente orgulloso de ser quien descubrió que somos esclavos de nuestras experiencias; ya en los últimos años se habla de que nuestro cerebro decide qué pensar unos segundos antes de que lo hagamos de forma consciente. Es decir, somos capaces de superar nuestra "materia prima" que es el animal puro que somos pero no podemos renegar de que exista por el echo de que seamos seres conscientes capaces de transmitir conocimiento y aprender con el intelecto. En nuestra toma de decisiones basada en ese aprendizaje influye nuestra etapa de desarrollo, nuestro sexo, nuestra especie. Sino, tomaríamos las decisiones estilo Shledon de The Big Bang Theory. Completamente racionalizadas.

    Bueno, pues basándome en estas dos bazas y sabiendo que es un "juego de probabilidades" (de 100 personas cuántas saldrían con X perfil) mi argumento o post -es decir, mi conclusión, teoría o base para llegar a una potencial explicación de la realidad- se basa en que, por el cause evolutivo del sexo femenino, las probabilidades innatas tienden a jugar un pequeño porcentaje a favor de las mujeres en la toma de decisiones del Siglo XXI. Es una teoría que entiendo que no compartas, por supuesto. Mi base, argumento, principio del post, es que ese pequeño plus evolutivo innato de las mujeres, repetido en el tiempo, es como el casino: Siempre gana. El 0 en la ruleta "rompe" el porcentaje de negro y rojo que pagan como si solo hubiesen dos colores y solo un 2,7% "extra" para la casa. Este porcentaje, por el continuo y abrumador número de repeticiones, les hace "ganar siempre".

    Ya no sigo que me extiendo mucho! Las mujeres, con sus características específicas del sexo por el cause de la evolución inevitable, en largos períodos de tiempo tienen una mayor probabilidad de ser mayoría en los puestos de poder por ese "2,7%" que les ha dado (según mi teoría, criticable como todas) la evolución no solo como seres humanos iguales en derecho a los hombres, sino como sexo femenino y sus cualidades específicas como tal que, sin menosprecio alguno, las hacen diferentes que los hombres. Creo que he sido bastante repetitivo y me he explicado bastante mal, pero bueno, ojalá y mejore tu opinión sobre el post y no te cause risa o indignación Elizabeth BD. Mi objetivo con el blog no es sentar cátedra, es argumentar opiniones... Todo es cierto y todo mentira, depende como esté argumentado. :-) Gracias nuevamente!

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  6. (Publico mi respuesta en varias partes)


    Ya que has sido tan explícito en tu respuesta, yo también me voy a explayar en mis comentarios.

    Primero, me parece que no entiendes mi punto, la diferencia de sexos es eso, diferencia. Las connotaciones negativas las pone el emisor cuando sin querer o queriendo, suelta juicios de valor respecto a ellas. Así que ahí, no es culpa de que sea un tema complejo o no, si no de la persona que lo trata y de las implicancias de su propio razonamiento (para algunos, por ejemplo, la diferencia está estrechamente ligada a la jerarquización).

    Sobre tu ejemplo, bastante desatinado además, “los negros” (como has etiquetado a un grupo de seres humanos) no son buenos ni malos. La caracterización, en cualquier forma, es una expresión de discriminación y racismo. No existen, pues, “negros buenos” o “negros malos”, ese tipo de expresiones (me parecen) datan mucho de la época de la colonia.

    ¿A cuál metáfora te refieres?

    Las palabras se malinterpretan, sí, por eso hay que andar con mucho cuidado (pero te repito, no en estos temas o no sólo en estos temas).

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  7. No mezclemos papas con camotes, por favor. Caperucita Roja es un ejemplo sí, pero no lo puedes poner en el mismo nivel de tu artículo. Te darás cuenta de que pertenecen a contextos totalmente diferentes y se escribieron con propósitos distintos. Lo que tú llamas “correcciones” no son tal. Te contaré, en la literatura hay críticos y escritores (y quienes realizan ambas labores), la función de los primeros no es (como pareces creer) cumplir con una labor prescriptiva. La crítica responde a diversos intereses que surgen de la riqueza creativa de un texto. Así pues, LAS INTERPRETACIONES nunca son normas que sirvan para reescribir una obra (te imaginarás la insensatez de sostener lo contrario), son análisis que buscan amenizar un debate en el que cualquier interesado pueda intervenir. Un debate para qué, me dirás, pues para sostener una visión de mundo, no porque se deba universalizar, sino para agilizar la actividad mental.

    Sobre tus “correcciones”. 1) La crítica feminista es un poco más inteligente que sostener a ciegas una defensa literal de esa idea vieja y descartada del patriarcalismo. En el cuento original no existía un leñador. Perrault tenía como propósito dar una moraleja y sí, su contexto estaba sostenido en una ideología machista. Eso no quiere decir que el cuento deba ser reescrito.

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  8. 2) El lobo no es un lobo que defienden los activistas de los derechos animales. Es un ser ficcionalizado, que habla, formula estrategias y que, en resumen, está antropomorfizado. Es un símbolo, no un animal.
    3) En la época en que fue escrito, al oficio de leñador, se le llamaba leñador. Además, me aventuraré, un guarda forestal cumple una función muy distinta a la del leñador del cuento.

    Estoy tratando de seguir tu razonamiento, pero entenderás que lo encuentro equivocado. Además, te aseguro que yo tampoco tengo publicado ningún libro y también he escrito un puñado de artículos (no en internet publicados, claro). Eso no me hace mejor o peor lectora o redactora y extiendo esta consideración hacia tu persona.
    ;)
    Las diferencias entre hombres y mujeres no me las tiene que comprobar la ciencia. Me levanto todos los días y las veo con mis propios ojos (y me refiero a las diferencias biológicas en las que sostienes tus argumentos). El problema que tengo con la exposición de tu artículo es que, relacionas diferencias a generalizaciones que no limitas a la genética, sino que llevas al plano social. Le estás adjudicando un papel/un modelo a las mujeres, en base a sus diferencias físicas respecto de los hombres. ¡Ese es mi problema!, los modelos SIEMPRE, SIEMPRE, están condicionados a juicios de valor que muchas veces tienen sesgos ideológicos discriminadores

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  9. Las experiencias nos determinan (todo el tiempo, a cada momento), sí. Pero tienes que recordar que desde hace un buen tiempo, el contexto en el que hombres y mujeres vivimos, ha cambiado muchísimo. Ya no vivimos en cuevas y ya no nos reproducimos para la perpetuación de la especie. En definitiva, si fuese cierto que estamos determinados biológicamente a cumplir un papel, no pensaríamos nunca. Actuaríamos en base a nuestros instintos (que es lo más natural) y no seríamos tan distintos de los animales. Así, ¿es el hombre que ya terminó su “tarea” y le pasa la posta a la mujer, una idea coherente?, la “era de las mujeres” converge con la del hombre, todo el tiempo es el momento del ser humano. Sus características biológicas distinguirán el actuar de cada uno, pero eso no los hace ni mejores o peores para cumplir cualquier función que quieran realizar. Peor aún, sus diferencias biológicas no nos esencializan.

    Al contrario, yo diría que las acciones de Sheldon son increíblemente irracionales. Justamente porque carece del sentido común que le permite relacionarse con otras personas.

    Finalmente, me parece que estás siendo injusto con una ardua labor de agencia social que el criterio de las mujeres y su lucha encarnizada han logrado. La toma de decisiones del siglo XXI no se la deben a sus “características innatas” para ser madres. Se la deben a un replanteamiento de la visión del mundo, de una que incluya a todos los miembros de la sociedad, dándoles libertad para establecer su autonomía. Si ese plus evolutivo ganara siempre, las mujeres “biológicamente mejor articuladas” hubieran obtenido su derecho a voto (por ejemplo) al mismo tiempo que los hombres. Lo que hay, es una fuerte armazón ideológica que determina el actuar de las personas en general, no sólo de las mujeres. Si uno nace en una sociedad que inculca tales o cuales valores, es lógico que se desarrolle bajo esos principios. Lo importante, es la capacidad de cuestionamiento de los mismos, de criticar (y vuelvo a tu ejemplo) que esté “socialmente censurado” que un hombre llore en público. De acuerdo a sus presupuestos, algunos encontrarán esto mal, bien, normal o intrascendente. Lo importante es, pues, preguntarse cuál es el modelo bajo el cual están articuladas estas acciones.

    Bueno, esa es mi opinión.

    Nos vemos.

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  10. Bueno Elizabeth, siento que no te convenzan mis argumentos para este post. Igualmente te agradezco los tuyos. En mi opinión, no existen verdades absolutas sino argumentos que nos convencen de una u otra postura respecto a casi cualquier tema, por eso el título de este blog, Argumentario.

    :-)

    Espero que sean más de tu gusto algunos de los demás post! Muchas gracias de nuevo, un abrazo,

    Gumer.

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Gracias por tu argumento!