Este fin de
semana leía en la prensa escrita norteamericana sobre el “15M” de EEUU. Así
mismo, escuché por primera vez el disco “Entren los que quieran” de Calle 13 y
por mis contactos de twitter he seguido los avances, sutiles para nuestra sociedad
de consumos inmediatos, de Equo en España o la re-revolución venezolana. Todo
confluye en el mismo punto y es la lucha por el equilibrio socio-político, la
necesidad eterna del pueblo por equipararse a las fuerzas del poder. La derecha
y la izquierda política no se entienden igual en todas partes del mundo pero en
todo el globo se demanda un nuevo equilibrio que no sabemos a ciencia cierta –sino
vivimos en carne alguna de las causas- bajo qué baza medir para hacernos
partícipes de cualquiera de sus bandos. Antes de posicionarme y perder o ganar
lectores, dejaré claro que mis argumentos se basan en la búsqueda del
entendimiento, más que de la razón. Y me explico…
La búsqueda
natural del sistema por su regulación termina cuando los líderes de las
revoluciones mueren, se contagian o se regulan, y con ello dividen, degeneran o
se equilibran. La revolución contra el poder es un hecho, pero no actual, sino
natural y atemporal -y no exclusivo del ser humano-. Podemos llamar Revolución
Social (RS desde ahora) a los sindicatos, los derechos humanos, la democracia y
un largo etcétera. Es en grandes rasgos una zona no exclusiva de la lucha
armada –aunque solamos identificarla solo con esta- donde se protegen
necesidades del pueblo así como nuevas demandas que estos desarrollen con el
tiempo. La complejidad de conseguir este equilibrio con el poder ha generado
formatos de regulación y auto regulación así como vetos y demás protocolos de acción
y reacción. Las propuestas pasan por planillas, mesas de recogidas de firmas y
las casillas de las declaraciones de Impuestos. Todo tiene un porqué regulado y
complejo que mantiene al sistema. Sin embargo, en esta lucha constante la
contraprestación y/o el control de los demandantes es la fórmula clásica a la
regulación más directa de las solicitudes de cambios estructurales drásticos
que se producen con el tiempo. En otras palabras: Cuando existe una necesidad popular que no tiene cavidad en las normas
actuales o algo no se auto controla correctamente reacciona el pueblo. El poder negocia o controla a los
demandantes, según entienda y por el bien del equilibrio. Dicho así puede
parecer un post partidista de las RS, pero tiene lugar en este espacio gente
tan peculiar como Obama, Bin Laden, el Ché Guevara o Ghandi. Todos hacen de “variable
L” que será el liderazgo, nos guste o no y estemos a favor de controlar o
negociar con esta demanda social nacida del pueblo y fuera de las reglas del equilibrio
conocido. Dentro del control existen herramientas como el exterminio, la
corrupción o la propaganda negativa del adversario. “En la guerra y el amor
todo vale” y del mismo modo los líderes de las RS reaccionan siempre con las
armas que tienen a mano. Quiero detallar varios casos, pero todos están tan
conectados entre sí y son tan complejos en sí mismos que evitaré entrar en
detalles subjetivos o cualitativos de los movimientos. Existe una RS 1.0 en
Venezuela liderada por Chávez y una RS 2.0 en el mismo país nacida del “anti-chavismo”.
Existe una RS 1.0 Latinoamericana nacida de las canciones de Calle 13 (como es
el Movimiento Revolucionario Calle 13) y otra RS 2.0 que surge de sus mismas
melodías. En España Equo aparece en escena como una especie de RS 1.5 mientras
el 15M representa la versión 2.0. En EEUU, Obama protagoniza la versión 1
mientras que los “TakeTheSquare” suponen la 2. ¿Se ve la diferencia?
El liderazgo. Las RS “versión dos punto
cero” son organismos sin cabeza visible palpitando entre las venas de la información
masiva. Los métodos clásicos de control, como matar, negociar, corromper o
hundir en imagen ya no son tan efectivos para el poder, pues no hay a quién
hacérselos. Por otro lado, la satisfacción de demandas parciales ya no es suficiente,
pues el movimiento moderno se desarma y reestructura tal cual un Hormiguero,
como diría René. Lo realmente interesante es que no sabemos cómo acabará esto
ya que el profundo cambio acaba de suceder. Esta novedosa técnica es tan
reciente como wikipedia, youtube, twitter o facebook, entre otros tantos
lugares masivos que siguen dando vida a un cuerpo descabezado dispuesto a pedir
lo que necesita y que todavía no ha conseguido estabilizarse en el equilibrio
socio-político. Habrá equilibrio, tarde o temprano lo habrá. En Inglaterra, por
ejemplo, se plantean regular las cuentas de los individuos en las redes
sociales. En China se utiliza este sistema de control desde hace muchos años y,
sin embargo, la novedosa espiral de comunicación se abre hueco como la vida en Parque
Jurásico.
Personalmente
detecto tres grandes claves que diferencian las RS 2.0:
1)
Tendencia
a la homogenización. Las múltiples necesidades sociales cuajan despacio en
unas únicas esenciales o elementales. Estas toman mucho más tiempo que a través
del liderazgo, pero una vez conseguidas –las auténticas demandas genéricas- se
multiplica más rápido que las causas del líder. En las RS 1.0 el desgaste en la
lucha es profundo en el medio y largo plazo para los líderes. En las 2.0, son
sólidas en esencia y diversas en contenido, haciéndolas agresivamente
multiplicadoras a medio / largo plazo. Si la causa inicial pierde seguidores,
se reestructura en sus necesidades y vuelve a generar el entusiasmo
multiplicador.
2)
Naturaleza
pura. Si cuaja una RS 2.0, los métodos de lucha suelen ser frescos en las
formas (pacíficos, proactivos, versátiles, cuasi-inmediatos, etc.) y los
objetivos –solo cuajan verdaderamente si es así- tienden a bases de “un mundo
del bien” sin detenerse a entender de equilibrios o pasos y concentrados en un
platónico mundo de justicia. Las RS 1.0 son pasionales y racionalizadas por un
grupo de personas con intereses puros, pero durante la toma de decisiones ejercen
su voluntad de individuo y con ello queda “abierta” a la oposición de la misma el
desarticular la captación de seguidores de la RS: El poder utiliza esto –la naturaleza
humana de los líderes- en su discurso de desacreditación y los líderes de la RS
lo discuten, desacreditan su desacreditación –la espiral es infinita-; se
desgasta el seguimiento masivo en pro de “un objetivo de naturaleza pura” y crece
la Fe en el líder de los seguidores de la RS.
3)
Dificultad
de propagación por personajes públicos. En las RS modernas el rechazo a las
personalidades “bandera” del movimiento es agudo, y no se aceptan individuos
con voz que hablen en nombre de todos, sean quienes sean. El objetivo es la
igualdad entre los personajes públicos y cada individuo masivo para mantener su
independencia o la generación de rechazo; el precio es la pérdida de los
impulsos rápidos –en la suma de seguidores- de estos portavoces. Actualmente
las RS 2.0 son apoyadas por voces famosas pero sin vinculación. Los auténticos famosos
creyentes de las nuevas revoluciones lo hacen desde una posición pasiva, ajena.
La versión clásica buscaba la suma de estos personajes, pero la duda de los
intereses (como la reciente relación en la lucha de los toros y el PP en
Catalunya) genera sumas y restas de seguidores por causas ajenas al objetivo
común.
En fin, es
algo en lo que pensar. Personalmente estoy expectante, me gusta creer que
indiferentemente de lo que opinemos, estas RS 2.0 terminarán en equilibrio y lo
harán cuajando en el sistema con sus “causas nobles”. Lo que no sabemos es
cuánto tardarán en conseguirlo siendo los
primeros no-líderes de la Humanidad.
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