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A veces no me doy cuenta de que nada tiene sentido. A veces pienso en comer o pienso en pensar, a veces creo que es importante bailar, salir, conocer. Algunas veces me parece importante escribir, escuchar música o reflexionar, y se me olvida que nada tiene sentido. A veces, sólo a veces, me es importante enamorarme, tener amigos, conocer a mi familia y dejar que me conozcan a mí. A veces se me olvida que no tiene sentido oír una canción o leer un libro mientras la oigo o lo leo; a veces no me doy cuenta de que no tiene sentido la vida cuando me baño con agua caliente, cuando me cepillo los dientes, cuando me voy a dormir y cuando despierto en las mañanas. A veces pienso en el fútbol, en ella y en ellos, y se me olvida que no va a pasar de ser nada, que no va a durar más de lo que dure el tiempo.

A veces, en esos momentos, todo vale la pena y todo tiene sentido, todo es eterno.

Revolución Social 2.0: Los primeros no-líderes de la Humanidad



Este fin de semana leía en la prensa escrita norteamericana sobre el “15M” de EEUU. Así mismo, escuché por primera vez el disco “Entren los que quieran” de Calle 13 y por mis contactos de twitter he seguido los avances, sutiles para nuestra sociedad de consumos inmediatos, de Equo en España o la re-revolución venezolana. Todo confluye en el mismo punto y es la lucha por el equilibrio socio-político, la necesidad eterna del pueblo por equipararse a las fuerzas del poder. La derecha y la izquierda política no se entienden igual en todas partes del mundo pero en todo el globo se demanda un nuevo equilibrio que no sabemos a ciencia cierta –sino vivimos en carne alguna de las causas- bajo qué baza medir para hacernos partícipes de cualquiera de sus bandos. Antes de posicionarme y perder o ganar lectores, dejaré claro que mis argumentos se basan en la búsqueda del entendimiento, más que de la razón. Y me explico…

La búsqueda natural del sistema por su regulación termina cuando los líderes de las revoluciones mueren, se contagian o se regulan, y con ello dividen, degeneran o se equilibran. La revolución contra el poder es un hecho, pero no actual, sino natural y atemporal -y no exclusivo del ser humano-. Podemos llamar Revolución Social (RS desde ahora) a los sindicatos, los derechos humanos, la democracia y un largo etcétera. Es en grandes rasgos una zona no exclusiva de la lucha armada –aunque solamos identificarla solo con esta- donde se protegen necesidades del pueblo así como nuevas demandas que estos desarrollen con el tiempo. La complejidad de conseguir este equilibrio con el poder ha generado formatos de regulación y auto regulación así como vetos y demás protocolos de acción y reacción. Las propuestas pasan por planillas, mesas de recogidas de firmas y las casillas de las declaraciones de Impuestos. Todo tiene un porqué regulado y complejo que mantiene al sistema. Sin embargo, en esta lucha constante la contraprestación y/o el control de los demandantes es la fórmula clásica a la regulación más directa de las solicitudes de cambios estructurales drásticos que se producen con el tiempo. En otras palabras: Cuando existe una necesidad popular que no tiene cavidad en las normas actuales o algo no se auto controla correctamente reacciona el pueblo. El poder negocia o controla a los demandantes, según entienda y por el bien del equilibrio. Dicho así puede parecer un post partidista de las RS, pero tiene lugar en este espacio gente tan peculiar como Obama, Bin Laden, el Ché Guevara o Ghandi. Todos hacen de “variable L” que será el liderazgo, nos guste o no y estemos a favor de controlar o negociar con esta demanda social nacida del pueblo y fuera de las reglas del equilibrio conocido. Dentro del control existen herramientas como el exterminio, la corrupción o la propaganda negativa del adversario. “En la guerra y el amor todo vale” y del mismo modo los líderes de las RS reaccionan siempre con las armas que tienen a mano. Quiero detallar varios casos, pero todos están tan conectados entre sí y son tan complejos en sí mismos que evitaré entrar en detalles subjetivos o cualitativos de los movimientos. Existe una RS 1.0 en Venezuela liderada por Chávez y una RS 2.0 en el mismo país nacida del “anti-chavismo”. Existe una RS 1.0 Latinoamericana nacida de las canciones de Calle 13 (como es el Movimiento Revolucionario Calle 13) y otra RS 2.0 que surge de sus mismas melodías. En España Equo aparece en escena como una especie de RS 1.5 mientras el 15M representa la versión 2.0. En EEUU, Obama protagoniza la versión 1 mientras que los “TakeTheSquare” suponen la 2. ¿Se ve la diferencia?

El liderazgo. Las RS “versión dos punto cero” son organismos sin cabeza visible palpitando entre las venas de la información masiva. Los métodos clásicos de control, como matar, negociar, corromper o hundir en imagen ya no son tan efectivos para el poder, pues no hay a quién hacérselos. Por otro lado, la satisfacción de demandas parciales ya no es suficiente, pues el movimiento moderno se desarma y reestructura tal cual un Hormiguero, como diría René. Lo realmente interesante es que no sabemos cómo acabará esto ya que el profundo cambio acaba de suceder. Esta novedosa técnica es tan reciente como wikipedia, youtube, twitter o facebook, entre otros tantos lugares masivos que siguen dando vida a un cuerpo descabezado dispuesto a pedir lo que necesita y que todavía no ha conseguido estabilizarse en el equilibrio socio-político. Habrá equilibrio, tarde o temprano lo habrá. En Inglaterra, por ejemplo, se plantean regular las cuentas de los individuos en las redes sociales. En China se utiliza este sistema de control desde hace muchos años y, sin embargo, la novedosa espiral de comunicación se abre hueco como la vida en Parque Jurásico.

Personalmente detecto tres grandes claves que diferencian las RS 2.0:
1)      Tendencia a la homogenización. Las múltiples necesidades sociales cuajan despacio en unas únicas esenciales o elementales. Estas toman mucho más tiempo que a través del liderazgo, pero una vez conseguidas –las auténticas demandas genéricas- se multiplica más rápido que las causas del líder. En las RS 1.0 el desgaste en la lucha es profundo en el medio y largo plazo para los líderes. En las 2.0, son sólidas en esencia y diversas en contenido, haciéndolas agresivamente multiplicadoras a medio / largo plazo. Si la causa inicial pierde seguidores, se reestructura en sus necesidades y vuelve a generar el entusiasmo multiplicador.
2)      Naturaleza pura. Si cuaja una RS 2.0, los métodos de lucha suelen ser frescos en las formas (pacíficos, proactivos, versátiles, cuasi-inmediatos, etc.) y los objetivos –solo cuajan verdaderamente si es así- tienden a bases de “un mundo del bien” sin detenerse a entender de equilibrios o pasos y concentrados en un platónico mundo de justicia. Las RS 1.0 son pasionales y racionalizadas por un grupo de personas con intereses puros, pero durante la toma de decisiones ejercen su voluntad de individuo y con ello queda “abierta” a la oposición de la misma el desarticular la captación de seguidores de la RS: El poder utiliza esto –la naturaleza humana de los líderes- en su discurso de desacreditación y los líderes de la RS lo discuten, desacreditan su desacreditación –la espiral es infinita-; se desgasta el seguimiento masivo en pro de “un objetivo de naturaleza pura” y crece la Fe en el líder de los seguidores de la RS.
3)      Dificultad de propagación por personajes públicos. En las RS modernas el rechazo a las personalidades “bandera” del movimiento es agudo, y no se aceptan individuos con voz que hablen en nombre de todos, sean quienes sean. El objetivo es la igualdad entre los personajes públicos y cada individuo masivo para mantener su independencia o la generación de rechazo; el precio es la pérdida de los impulsos rápidos –en la suma de seguidores- de estos portavoces. Actualmente las RS 2.0 son apoyadas por voces famosas pero sin vinculación. Los auténticos famosos creyentes de las nuevas revoluciones lo hacen desde una posición pasiva, ajena. La versión clásica buscaba la suma de estos personajes, pero la duda de los intereses (como la reciente relación en la lucha de los toros y el PP en Catalunya) genera sumas y restas de seguidores por causas ajenas al objetivo común.

En fin, es algo en lo que pensar. Personalmente estoy expectante, me gusta creer que indiferentemente de lo que opinemos, estas RS 2.0 terminarán en equilibrio y lo harán cuajando en el sistema con sus “causas nobles”. Lo que no sabemos es cuánto tardarán en conseguirlo siendo los primeros no-líderes de la Humanidad.

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